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Lydia leyendo en el diván, Mary cassatt

Horizontal en el diván

Perdiendo la virginidad con Freud

El terapeuta bromeaba con que esto podian ser los hongos psicoanáliticos y reconocí que no estaba tan lejos de algunas experiencias que he tenido en psicodélicos.

Publicado: 2015-08-07

Nunca lo había hecho. Mi anterior terapeuta me recomendó que no lo hiciera y me imagino que sus motivos habrá tenido. Luego llegó el momento en que su técnica no servía para nada y me recomendó ir al psiquiatra para que me de algún tipo de modulador de pensamientos.

Modulador de pensamientos... que fuerte suena esto a la distancia. Ni siquiera es 'soma', es más parecido a lo que hace el smartphone con las personas. El chisme vuelto escaparate.

Eso duró tanto como un polvo en un baño público. Supongo que el método es adormecer para poder plantear mejor objetivos, zanahorias y bocaditos, mientras vamos avanzando a aquello planteado sin cuestionar mucho por qué o para qué vamos en esa dirección. Que conveniente oye tu. 'Súbete nomás al bote y vayamos con la corriente' podría describir la técnica. Pero la corriente puede electrocutar a algunos. 

Me negué. Emprendí este camino que tengo la suerte de transitar ya que para la mayoría de terrícolas el tener tiempo para cuestionar es un lujo imposible. El estómago no da tregua y más cuando son varias bocas que alimentar.

Y ya este post se fue a la mierda. Estas introducciones pierden sentido cuando intentan ser grandilocuentes, profundas, perdurables. Mejor me quedo en la descripción pura y dura de algo que me pareció interesante y empiezo a entrenar el educamiento del ego, ponerlo a raya.

La cuestión es que el terapeuta me dijo: 'dime lo primero que se te viene a la cabeza' y le dije 'diván'. Era lo que quería escuchar él y a mi me provocaba experimentar. Me invitó a echarme y cerré los ojos. Su voz ahora ya no venía en estéreo sino sesgada desde algún lugar detrás mio, lejano y con un ángulo que la deshumanizaba, la volvía parte de algún resquicio de mi conciencia. El otro oido descansaba.

Hoy no habría lucha por mirarlo a los ojos ni sería una conversación entre dos personas sino algún monólogo extraño desde un páramo de mi mente. Ya no exigiría que cumpla con el rol de abuelo aconsejador que le he impuesto sino, tal vez, traductor del mandarín que pulula en mi murmullo mental. Interesante. A medida que iba soltando pensamientos inconexos, sin racionalidad ni discernimiento, sentía que mi mente se empequeñecía mientras que el caparazón de mi cuerpo tomaba dimensiones extraordinarias. El terapeuta bromeaba con que esto podian ser los hongos psicoanáliticos y reconocí que  no estaba tan lejos de algunas experiencias que he tenido en psicodélicos.

La sensación duró casi toda la sesión y me hizo recordar algunos sueños que tenía en mi juventud cuando de pronto habría una puerta y entraba a este vacío galáctico en sus dimensiones y que automáticamente me hacía volverme diminuto no porque me empequeñeciera sino porque el espacio no dejaba de crecer y crecer. Terminaba flotando en ese vacío con miedo de no poder volver nunca. Debe haber sido de los pocos sueños recurrentes que he tenido en mi vida y me asustaba. Ahora, más ducho en esto de disfrutar los recovecos de mi cerebro (mmhh tomo nota de esta línea que quise borrar, pero me parece que deja ver mucho más allá de lo evidente) lo reconozco como parte de todo ese universo de sensaciones que nunca experimentamos ya que nuestros sentidos fueron entrenados a reconocer ciertas cosas, ciertos patrones correctos y deshechar los otros. Maldita sociedad.

Y paro aqui ya que soy el experto en volverme experto después de nada. Cerremos el ánfora y aprendamos a disfrutar personalmente. Ya cumpli con la ansiedad de meterme la jeringa de la procastinación y ahora la culpa sobrecoge el rush inicial de sentarme a divagar. Vuelvo al vacío de mi rutina, al automáta desactualizado que no puede hacer ni siquiera el proceso más simple ya que su sistema operativo no concuerda con el lenguaje en boga: insert another coin.


Escrito por

hipo

Incontinencia verborrágica


Publicado en

La Mania del Hipo

Incontinencia Verborrágica