Me releo y una extraña sensación va ganando terreno. Recuerdo una conversación con una amiga, de las que valen, las que te hacen la pregunta precisa: ¿qué es lo que comparten?

Noto que hay una marcada tendencia hacia la parte pasional, lo físico. Una noche me preguntó si le gustaba y cuando le contesté afirmativamente me preguntó que si fuese gorda ¿le gustaría? No pude negar que tal vez no, pero también es verdad que si no tuviese la mentalidad que tiene, las preguntas y sus búsquedas, definitivamente no me llamaría la atención. Además este tema de la apariencia física ligada a mi deseo sexual es algo que cargo como un lastre impuesto por la sociedad sin mi consentimiento, uno más. Me odio por eso, pero ya aprendí la lección, a golpes, que lo físico sólo no basta. 

También es el baile, los juegos, la presencia y la energía que tiene, pero le dedico un post completo y exclusivo a la pasión física y nada a nuestro mundo interior. Veo que falta mucho camino por recorrer.

Entonces me hago la pregunta de mi amiga. Lo primero que se me viene a la mente es la conversación en el Superba sentados en aquella mesa contra la ventana. Ella me decía que los años dan sabiduría, Yo refutaba que daban experiencia, la sabiduría hay que buscarla de manera consciente. Asintió y me miraba absorta; escuchaba mientras Yo pensaba ¿podrá ser? Alguien que también busca sabiduría… el deseo de confirmar mis proyecciones crecía necesitando ser controlado.

Me contaste de tus viajes y aunque hace años estoy atracado en esta ciudad, viajar es algo que me mueve, pero no el viaje de foto japonesa, el de agencia pay-per-view. Me refiero al que nunca vas a subir a ninguna red social ya que los recuerdos están en la experiencia vivida y la gente conocida. En las historias que llevarás contigo por el resto de tu vida, si te acuerdas de ellas. Evita el hotel impersonal o subirte a los buses que dan la vuelta. La gente interesante se encuentra haciendo las cosas que a la gente interesante le parece interesante. Esperar espontáneamente encontrarte con alguien interesante sólo le sucede a las personas que viven el presente (y en las películas). Para la mayoría es mejor salir de nuestras zonas de confort y experimentar.

Ahora cumple un voto en su alimentación. No me queda claro el motivo, pero se lo ha propuesto y viene cumpliéndolo. Es un voto saludable, duro de cumplir y sus amistades apuestan a que no lo logrará poniendo fechas arbitrarias. Galeano dijo que las utopías no están para ser cumplidas sino para mostrarnos el camino a seguir. Son pocos los que se atreven a ponerse esos objetivos y si bien no tan radical como el de ella, ando por la misma senda de la mejora alimenticia.

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Hace 2 semanas caminábamos por el malecón y le comentaba que en esta etapa de mi vida busco estar presente, aquí y ahora. Que sentía que sin darnos cuenta la mente nos tiene constantemente en otros lugares, en proyecciones de un futuro que no es ni será o en nuestra versión de la propia historia recordada una y otra vez. Lo hace como estrategia para tomar más importancia de la que ya tiene; le gusta acaparar a nuestra compañera narcisa. Luego de unos minutos me contestó que se daba cuenta que su amigos estaban en la etapa de sus vidas en que inician caminos profesionales, que están a mil con proyectos e ideas, pero siente que nadie está disfrutando el proceso, que están viviendo en una idea de futuro que se piensan labrar sin disfrutar este viaje.

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Es menor que Yo, pero compartimos búsquedas. Además tengo la inmadurez de la inocencia que no se quiere ir y balancea un poco el tablero. Lo seguro es que pienso mucho y Ya me dijo que le doy demasiada importancia a las palabras. No le digo todavía que es un ejercicio de contención y atención, de ser sincero con lo que pienso. El aprender a valorar la inteligencia en las personas hace que tengamos más cuidado con lo que decimos.

No entiendo todavía si su prende y apaga es una especia de forma de control de esto que estamos haciendo, tiene miedo de dejar que alguien se le acerque e ingrese en su zona de confort o simplemente está teniendo una aventura conmigo. Sé que le gusto, pero también sé que no busca relacionarse. También me dijo que no me está cachando nada más. Estoy confundido.

Quiero que sea mi compinche. Quiero hacerle el amor y venirme por el deseo de unirme con ella, con los ojos cerrados y la mente ahogada en sentimiento.

Mucho quiero, mejor controlo el deseo…