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¿Viste? me vine en tu pene

Una forma como hacer que eso suceda

Un reactor nuclear muy caliente revienta, muy frío no genera vapor. Es el control del proceso lo que lo hace una herramienta útil

Publicado: 2013-06-18

Su rostro reflejaba ingenuidad en la pregunta. Suena áspera la palabra ‘pene’ en una mente con rezagos inconscientes conservadores. La mezcla fue abrumante.

La frase me llenó de un placer tan grande que días después sufro de deseo por sentir nuevamente: la frase, su cuerpo, su ingenuidad mezclada con rudeza. Me dejó prendado y satisfecho de lograr algo que quería que sintiera conmigo: la unión en la energía compartida de un orgasmo.

¿Qué cambió? ¿Qué hizo que pasara de un no-control y eyaculación semi precoz a poder controlar mis impulsos reproductivos? Esta es una receta: Calma 

Como antónimo de ansiedad. Estamos diseñados para reproducirnos y de manera eficiente. Así la economización de recursos ideal sería llegar con la máxima excitación posible (feromonal, visual, táctil, intelectual, etc), meterla hasta que se logre la suficiente fricción que dispare automáticamente los músculos necesarios para la eyaculación. Descansar luego para repetir el procedimiento.

Para evitar esta ‘trampa’ evolutiva tenemos que reprogramarnos de ‘voy a reproducirme’ (siempre inconsciente) a ‘quiero disfrutar de nuestros cuerpos’ tomándonos todo el tiempo posible disfrutando del juego previo. La medida de tiempo ideal es llegar a ese momento de excitación máxima y conscientemente buscar la pérdida de la erección (des excitación). Es crucial mantener las feromonas fluyendo de lo contrario bajará el deseo sexual profundo, podrías querer dormir o tal vez no tener la paciencia. Tienes que jugar con tu pareja y disfrutar del proceso, pero que sea tan largo que haga que tu cuerpo físicamente no pueda mantenerla parada.

Un buen indicador de que estas en el camino correcto es si ella te pide, te impone, que se la metas cuanto antes. Funciona muy bien para tener una erección casi instantánea.

Ahora tal vez sea momento que los juegos se centren en ti y que rompa con los estúpidos conservadurismos que muchas veces ponen a la mujer en plan de receptora, un ente en cuanto a entregar placer se refiere. Haz que juegue, que se salga de su molde, que te toque. Guíala y no dejes que se cohíba. Retala con cariño y paciencia, pero con firmeza. Tu también eres digno de recibir.

Estos cambios y movimientos te exitarán; ya puedes empezar el coito. Igual que antes mantén la calma. No te pongas en ritmo de quererla atravesar como un pistón desenfrenado sino que intenta entrar en ritmo con su cuerpo, encuentra una cadencia con ella y se consciente de las pulsaciones físicas, de su energía. No solos pienses ‘qué rico’ o ‘quiero venirme’ porque es probable que estes tan absorto en tu placer que no veas cuando cierra sus ojos disfrutando cuando tu pene toca el fondo de su vagina y le duele un poquito.

Si sientes que el ritmo entra en una cadencia monótona ¡cámbiala! Muévete, cambia de posturas, si sientes que ella está un poco desconectada sácala para que extrañe esa presencia y comienza a lamerla por las nalgas, los brazos o la cadera. No tengas asco de (casi) nada. Tómala con fuerza y mírala fíjamente a los ojos para que sepa que todo tu deseo está en ella, que se para por ella y no por algún clip de película porno que viste en internet. Es ella la que te produce placer, sólo ella. Vive el aquí y ahora que al final es lo único que verdaderamente existe. A las mujeres les gusta un poco de juego brusco si es que se siente con buena energía y en pos del placer. Cárgala, muévela o trátala con un ligero grado de rudeza para despertar esa parte inconsciente que difícilmente pueda encubrir con racionalidad.

Recuerda que no somos máquinas y llega un punto en que todos y todas nos cansamos; esto apaga el goce. Si ella deja de lubricar será doloroso para ambos por lo que busca lubricar con saliva o algún lubricante para la ocasión, pero sobre todo tal vez sea momento de que pienses en venirte. Y si estas en uno de esos ritmos en que sientes que tal vez te cueste venirte, pídele que haga algo que sepas que te excita inmediatamente. A mi me gusta que me digan ‘me encanta que me la metas hasta el fondo’, pero de gustos y colores...

Y si por allí te dicen ‘¿Viste? me vine en tu pene’ desatará inmediatas sensaciones que serán incontrolables.

PS: es mejor no preguntarle a una mujer si se vino o no. Eso lo sientes. Si tienes dudas es porque probablemente no lo hizo y si no fue así ya sabes que para la siguiente tienes que usar la creatividad y encontrar qué es lo que le hace perder los estribos.


Escrito por

hipo

Incontinencia verborrágica


Publicado en

La Mania del Hipo

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